Aviso:

Estimados lectores, aviso: ni soy coherente, ni siempre soy sincera.

sábado, 23 de octubre de 2010

Mientras evolucionamos juntos.

Los tratamos con condescendencia por su incompletud, por su trágico destino de haber tomado una forma tan por debajo de la nuestra y ahí hay un error, un gran error.
Porque el animal no debería ser juzgado por el hombre.

En un mundo más viejo y más completo que el nuestro, ellos se mueven acabados y completos, dotados con los sentidos que nosotros hemos perdido o jamás tuvimos, viviendo de voces que jamás escucharemos.

No son nuestros iguales.
No son inferiores.
Son otras naciones atrapadas con nosotros en la red de la vida y el tiempo.

Compañeros, prisioneros del esplendor y los tormentos de la Tierra.

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