Porque el animal no debería ser juzgado por el hombre.
En un mundo más viejo y más completo que el nuestro, ellos se mueven acabados y completos, dotados con los sentidos que nosotros hemos perdido o jamás tuvimos, viviendo de voces que jamás escucharemos.
No son nuestros iguales.
No son inferiores.
Son otras naciones atrapadas con nosotros en la red de la vida y el tiempo.
Compañeros, prisioneros del esplendor y los tormentos de la Tierra.
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